Una educación que nos englobe a todos, debe posibilitar el acceso sin restricciones al conocimiento, las técnicas y los valores básicos de igualdad de condición, libertad de realización y de justicia sin privilegios.

Para que esto sea posible debe atender y profundizar el respeto por la diversidad y el reconocimiento de la individualidad como factor esencial del proceso educativo.

•Trabajar con la diversidad significa respetar las diferencias sin olvidar nunca que la escuela asume la responsabilidad de garantizar un horizonte de igualdad para todos.

•La escuela debe apostar a la capacidad de cada alumno, de tal forma que cada uno pueda encontrar su lugar; no es necesariamente el mismo lugar para todos; sino un lugar formativo equivalente para todos, que llega a hacerlo precisamente en tanto acepta diversificarse.

Bajo en enfoque de una enseñanza para la diversidad, el docente adopta la enseñanza por medio de una amplia gama de recursos, métodos y procesos.

Esto implica la aceptación, bajo un marco organizativo básico, de un aula heterogénea, en donde los alumnos son diferentes entre sí, en su personalidad, inteligencia, intereses, aptitudes, base cultural, entre otros.

La enseñanza para la diversidad tiene como finalidad el avance y desarrollo de los alumnos en tres áreas básicas:

• La cognitiva
• La personal
• La social

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