Presentación
Partiendo del hecho de las diferencias humanas no sólo en el aspecto físico, sino esencialmente desde el punto de vista psicológico, social y cultural, en este módulo habrán de considerarse a los procesos de diferenciación e individuación en torno a los cuales el quehacer educativo debe orientarse para favorecer un proceso de enseñanza-aprendizaje que promueva el desarrollo de los alumnos en las áreas cognitiva, personal y social.
Este desafío que supone facilitar una enseñanza autónoma y un trabajo cooperativo, se aborda a través del conocimiento de las características de un aprendiz autónomo; de estrategias docentes en relación con el aprendizaje autónomo; de la conceptualización del aprendizaje como una construcción social, en cuyo sentido los alumnos aprenden cooperativamente, intercambiando ideas, colaborando y aportando en la solución de problemas, por lo que se enfatiza en la necesidad de diferenciar el aprendizaje cooperativo, de otras formas de organización grupal de aprendizaje.
No hay nada mágico en el trabajo en grupo. Algunos tipos de grupos facilitan el aprendizaje de los alumnos y mejoran la calidad de vida en el aula. Otros entorpecen el aprendizaje y provocan insatisfacción y falta de armonía en la clase. Para manejar con eficacia los grupos de aprendizaje, el docente debe saber qué es y qué no es un grupo cooperativo. (David Johnson)
